Una escultura que nace de una gran amistad, la clienta se pone en contacto conmigo y me pide un regalo decorativo que tenga que ver con el golf, para regalar a un gran amigo, me dije a mi mismo..."pero que hago yo aquí", obviamente nunca digo que no, le dije que pensaría algo y esto fue lo que se me ocurrió: un jugador de golf en ese momento de mayor fuerza e impulso, metiendo la bola en el último hoyo, el 18, logrando la victoria final. Como siempre todo un reto superado que me ayuda en mi continuo aprendizaje, gracias.