Me llegó otro encargo muy especial, una escultura personalizada de dos manos, la de la madre que había fallecido hace unos meses junto a la de la hija que le acompañó hasta el último suspiro. La clienta se puso en contacto conmigo con dos fotos que tomó cogiéndole la mano con mucho amor y delicadeza esos últimos días, púes ya pensaba en buscar a alguien para que le hicieran una escultura personalizada en hierro que quedara como un bonito recuerdo de unión y amor entre madre e hija. Y me encontró a mí, ya le dije que las manos son muy difíciles de hacer, pero que si que aceptaba el encargo, para mí otro gran reto. El resultado bueno, como siempre, porque si me queda mal o no me gusta repito hasta que lo consiga, por suerte ya noto estos años de experiencia con el arte en hierro y con la forja artística y salió bien a la primera. Dos detalles muy importantes, como le dije a ella, podría haberme ahorrado las partes de las manos que no se ven, pero para que quedara bien de verdad hice las dos manos enteras, porque eran sus manos, hasta me veía cogiendo la mano de la madre, no podía hacer algo feo aunque no se viera, el otro detalle súper simple, pero que me encanta es la pulsera que llevaba en la foto, no se lo esperaba y le gustó mucho.